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domingo, 22 de septiembre de 2013

Capítulo 5 – Encuentros

Derye abrió los ojos lentamente apartando los rallos de sol de su cara con la mano. Miró a su alrededor pensando que todo había sido un sueño. Se dio cuenta que no al ver la enorme habitación y la gran cama donde dormía. Recordó lucidamente todo he hizo una mueca.

Durante la cena recordó todo lo que había dicho Miranda. Su tía mejor dicho. Luego sobre la cura de su hermano y la rara sensación de que su vida había sido cambiada en unas cuantas horas. Pensó en su madre y como les había ocultado la verdad tanto a ella como a Kyle. Se levantó rápidamente llevándose las manos a los brazos. Hacia frio.

Caminó por aquella habitación con aspecto tan renacentista y finalmente se dirigió al baño.

Al entrar vio que había otro cambio de ropa cuidadosamente doblado y sonrió. Pensó que podía acostumbrarse durante unos días. Se desvistió y no pudo evitar posar su nueva mirada en una pequeña marca en el hombro. Se acercó más y pudo distinguir una especie de forma parecida a una pluma, o algo parecido. La observó un rato y se metió en la bañera, llena de agua con un agradable olor a lavanda.

Pasada media hora salió de la bañera y se puso la ropa que le habían dejado. Se sorprendió al ver un bonito vestido de terciopelo azul cielo. Tenía bonitos encaje y las mangas colgaban haciendo forma de V.

Se vistió y acomodó el pelo como pudo con un moño bajo. Los pequeños mechones que caían por su frente se habían ondulado.

Al salir del baño se sentó en la cómoda y posó sus ojos pensativos en su móvil. Ligeramente lo tocó con la punta de las llenas de sus dedos y miró la pantalla.

               ‘’10 mensajes de Sebastian’’

Leyó solo el más reciente, el de las seis de la mañana:

‘’Hey! Estáis bien? No sé qué os pasó esta noche pero me preocupo bastante que Kyle se dejase el coche y Mary y os fuerais ¿Llegasteis bien a casa? Espero tu mensaje ’’

Derye no respondió, pensó esperar unos días hasta que fueran las nueve para responderle. 

Necesitaba primero aclarar su mente y pensar en que decirles a todos.
Se metió el móvil en los usuales bolsillos del vestido y se dirigió fuera de su habitación escuchando como su estómago le pedía comida.

Cerró la puerta detrás de ella y caminó por el pasadizo que estaba bastante bien iluminado por las ventanas. La luz que se filtraba por ella hacia un ambiente totalmente diferente al día anterior.

Mientras caminaba intentaba recordar cómo llegar a la cocina como hizo con Gramare pero su esfuerzo era inútil.

Finalmente le llegó el olor a madalenas y chocolate caliente, café, y algunas frutas a su nariz. Siguió el rastro del olor y llegó a una sala parecida al comedor aunque era bastante más clara y con ventanales que dejaban una vista a un bonito lago.

Se paró en seco en la puerta al ver a James sentado solo desayunando una taza de café y unos cruasanes. Este se fijó en su delgada figura posada en la puerta.

-Buenos días- Dijo Derye intentando ser lo más formal posible.

-Hola- Dijo evitando sonreír al ver su formalismo y bebió un sorbo de café- Puedes sentarte si quieres- Señalo una silla enfrente suyo.
Su pelo negro estaba igual de suave a simple vista y sus gélidos ojos refrescaron el ambiente haciendo que Derye se estremeciera.

-Vale- Suspiró relajándose al ver que no tenía que ser tan formal. Se deslizo hasta la silla Hubo silencio durante nos minutos mientras Derye bebía una taza de chocolate caliente con una madalena.

-¿Cómo estás?- Preguntó James intentando sacar tema de conversación y suavizar el ambiente

-Bueno, algo confusa con todo esto la verdad. Nunca imagine que…

-¿Qué tu vida cambiaria tan rápidamente?- Hizo una mueca- Suele pasar- Sonrió- Aunque que seas hija de una Greenhouse es un poco más difícil. E hija de Jack Fosternight…-Decía mientras se pasaba la mano por el pelo

-Dejemos el tema de Jack, yo…- Suspiró- Prefiero dejarlo por el momento.
-Claro- Hizo un pausa- Aunque será difícil después de que Daniel te anuncie- Bajó sus ojos a su ultimo croissant

Daniel quería dar a conocer en público tanto a ella como a Kyle como los supervivientes.
Derye había discutido la noche pasada del tema con Miranda, pero esta dijo que estuviese tranquila que ella se ocuparía de que todo fuera muy cómodo.

-Sí, supongo- Miró su taza he hizo un pausa- Gramare dijo que antes era del mundo…- suspiró- del mundo humano ¿Es cierto?- Preguntó a lo que James frunció las cejas.

-Mi hermana se va de la lengua- Dijo recolocándose en el respaldo de su silla. Miró al exterior- Es una historia difícil de contar.

-Más de lo que escuché anoche…-Sonrió- ¿Te costó acostumbrarte?

-Éramos niños. No teníamos padres y nos criamos hasta los seis años en un orfanato. Nos escapamos- Suspiró- El ambiente era aburrido y Miranda nos encontró. Fin de la historia.

- Valla- Dijo enfadada por el tono arisco de James- Ahora entiendo porque tienes alas negras, con ese humor…- Este la miró rápidamente.

-¿No estabas dormida?-Preguntó angustiado recordando rápidamente el breve abrimiento de ojos que tuvo la chica y se llevó la mano a la cabeza- No, no estabas dormida.

-Principalmente si- Rio.- ¿Cómo es posible?

-¿Cómo haces tantas preguntas?- Sonrió.

-Curiosidad – Alzó los hombros- ¿Sois ángeles o algo parecido?

-Algo parecido- Levantó una ceja- Se podría decir que somos ángeles con plumas negras.-Sonrió

-¿Demonios?- Preguntó cautelosamente y rodó los ojos al ver como James reía a carcajadas.

- La verdad es que somos una especie diferente y que no está relacionada con la religión exactamente- Se llevó el último sorbo de café a los labios. Rojos labios- Tenemos alas, algún que otro poder y nos apoderamos de vírgenes para hacer sacrificios y succionar su sangre- Volvió a reír al decir la tercera ‘’cualidad’’- En realidad solo las dos primeras

-Al menos es mejor que ser una bestia devora almas- Rio Derye.

Las carcajadas llenaron la sala hasta que se dieron cuenta de la presencia de una figura en la puerta. Beatrice. Esta levantó una ceja y sus grises ojos observaron la escena

-¿Me he perdido algo?- Preguntó.

-Solo que al parecer James no devora almas- Dijo Derye evitando reír.

-Solo lo dije para ser sociable- Sonrió y  a la vez desapareció cuando Beatrice le plantó un rápido beso. La miró confundido.

-Quería empezar el día de buen humor- Dijo esta excusándose mientras se colocaba su oscuro vestido de forma que pudiera sentarse al lado de James. Segundos en silencio pasaron y leve temblor azotó la sala. Beatrice miró a James y este a ella.

-¿Cuánto?- Dijo esta y él dobló la manga de su camisa marina.

-Igualdad- Dijo perplejo mientras veía un extraño reloj.

-¿Qué ocurre?- Preguntó curiosa Derye.

-Al parecer han adelantado el tiempo a equivalencia del mundo humano.-Suspiró-¿Equivalencia horaria?- Preguntó a James.

-Son las ocho tanto aquí como en el otro mundo- Dijo mirando a Derye.

-Maldita sea- Maldijo Derye entre dientes- Tengo que ir a mi mundo-Dijo mirando a James.

-Tranquila tu hermano, Kurt y Miranda han ido hace unas horas.- Contestó por James como intentando tranquilizarla

-Con más motivo aún- Lo volvió a mirar- Tengo que ir, hablar con mi madre James- Diciendo esto este se levantó de la silla y Beatrice lo miró de manera de negativa.

-Entonces vamos- Dijo mientras caminaba hacia la puerta y Derye lo siguió rápidamente. Beatrice hizo una mueca

-Voy también- Dijo finalmente. James la examinó y asintió.
James las condujo por el gran pasillo hasta la sala norte y abrió una puerta de roble blanco. Tenía inscripciones en alguna extraña y desconocida lengua para Derye.

Se abrió y la chica abrió los ojos de par en par al ver otro portal parecido al anterior que vio pero en tonos corales.

-¿Dónde?- Preguntó James y al ver la confusión en su cara volvió a preguntar- La dirección de tu casa.

-Ah, Calle Covent 67, Inglaterra- Dijo y a continuación James lo repitió cara al portal. Este se tambaleó y luego James hizo una seña para que entremos.

***

Marilyn estaba moviendo rápidamente el pie sentada en el sofá mirando la puerta con una mezcla de duda y confusión. Eran las seis de la mañana.

Se exaltó al escuchar que alguien tocó el timbre y fue corriendo hacia la puerta. Al abrirla la mirada de sus ojos cambió al ver a una mujer de pelo rubio mirándola con una mezcla de alivio y al ver a su hijo atrás con otro chico.

-¿Marilyn?- Dijo Miranda lanzándose a sus brazos. Ella no se movió solo se dejó abrazar-¿Por qué nunca diste señales de vida, porque?- Preguntaba Miranda mientras abrazaba más fuerte a su hermana.

-Mamá- Dijo Kyle. No se sentía incómodo ante la luz. Y su palidez extrema se remplazó por su habitual palidez. Efectivamente Kurt tenía la cura a su enfermedad. Aun así antes este había tenido una gran discusión sobre porque no se la había dado antes a lo que Kurt respondía siempre, el dinero.

Su madre le miró y mientras Miranda se alejaba de ella una lágrima caía por su mejilla. Las dos hermanas se parecían en cierto modo. La similitud en ojos y cara era bastante
-Diablos Marilyn, pensábamos que estábamos muerta- Rio Miranda.

-Eso esperaba- Dijo bajando la vista y caminando lentamente aturdida hasta el sofá y desplomándose en él.

Miranda junto a Kyle y Kurt entraron a la casa.

-¿Marilyn? ¿Qué quieres decir?- Levantó una ceja como muestra de enfado- ¿¡Nos querías hacer creer que estabais muertos!?- Gritó como lo haría una hermana mayor a otra cuando este usaba su ropa para jugar.

-Miranda- La miró y después a Kyle- Yo…Yo no quería que esto fuera así, Jack…-Respiró- No estábamos seguros.

-¡Por dios! Matamos a todos los neófitos, estabais a salvo- Dijo exaltada.

-No era por eso- Miró a Kyle y la vergüenza se veía en sus ojos. Kyle lo notó.- Lo siento tanto. Siento haberos hecho vivir con ese, hombre.

-No importa, nos hicimos fuertes- Dijo acercándose a ella y abrazándola.

-Miranda, Jack me explicó algo- Dijo en voz baja. Miranda asintió y se levantó.

-Necesitamos habla. Kyle, Kurt- Los dos asintieron y salieron a las escaleras. Cerrando lentamente la puerta.  El silenció dejó escuchar un imparable tic-tac del reloj de pared. Marilyn le trajo una caja a Miranda y esta la abrió, sorprendida.

-¿Mikel también?- Pregunto y Marilyn asintió.

***

Al pasar por el portal una sensación quisquillosa pasó por la columna de Derye y Beatrice la cogió del brazo para evitar que se callera en el suelo. Miró el pavimento. Estaban en un sucio callejón que llevaba a unas calles que Derye reconocia perfectamente.

Empezaron a caminar y miró su vestido. No podían ir asi por la calle , llamarían mucho la atención. Se preparó para decirlo.

-Necesitáis ropa – Dijo James anticipándose. Salieron de callejón y se metieron en una tienda de ropa barata cerca de ellos. Beatrice examinó cada una de la prendas y levantaba las cejas cada dos por tres.

-No me gusta- Dijo soplando.

-Pero la necesitas- Dijo moviendo su cabeza hacia una chicas que estaban mirando hacia nosotros.- No hay que llamar la atención.

-No pienso llevar otra cosa que no sea un vestido- Suspiró y observó uno de color turquesa- Aunque este no esté mal.

-Bien- se sacudió el pelo y miró a Derye- Toma- Dijo lanzándole unos jeans  y una camisa negra de cuello alto.- Hace frio.

-Gracias- Dijo mientras veían los cristales de la tienda empañados. Sus pálidas mejillas enrojecieron al ver que pensó en ella y no en Beatrice, pero luego se calmó al pensar en su madre. Tenían cosas que aclarar.

Se despertó de sus profundos pensamientos al ver la gélida mirada de James observándola incrédulamente mientras sonaba una canción de Beth Crowley.

-¿No lo coges? – Preguntó señalando su bolsillo. Derye rápidamente lo cogió y vio en la gran pantalla el nombre de Sebastian. Dudó en responder pero al final aceptó la llamada.

-¿Sebastian?-Preguntó y se oyó a través de la línea como Mary decía algo parecido a que le preguntara si lo había cogido. James la miró levantando una ceja, Beatrice también se acercó con el vestido turquesa puerta e interrogó a James con la mirada pero este no respondió.

-Derye ¡Te he dejado 10 mensajes! ¿Cuándo pensabas llamarme?- Exclamó Sebastian atravesó de la línea- Bueno no importa ¿Llegasteis bien? ¿Porque no cogisteis el coche de Mary?- 

Derye tardó unos segundos en inventarse una respuesta

-Pedimos un taxi- Mintió- Kyle había bebido y creíamos que no sería oportuno que nuestra madre se enterara por la policía que nos habíamos ido a la otra punta de la ciudad- Dijo forzándose a sí misma sonar lo más normal posible.- Sebastian dudó haciendo un bufido que 
Derye entendió como una aceptación.

-Bien, pero amenos podrías haber llamado, estaba preocupado por ti- Derye no evitó sonreír de oreja a oreja y notó como su pulso se aceleraba.

-Gracias- Sonrió una vez más.

-¿Haces algo este mediodía? ¿Te parece bien si vamos a Muchin’s?- Derye se reparó en la mirada de James y Beatrice. Hizo una mueca. James parecía enfadado, pero no tenía porque. Tenía a Beatrice ¿Verdad?

-La verdad es que me encantaría- Volvió a sonreír pero con una forma más pícara.

-Bien nos vemos a la una, nos vemos

-Nos vemos- Dijo finalmente mientras cerraba el teléfono

-¿Novio?- Preguntó Beatrice rápidamente. Esperando que dijese que si para estar segura sobre la extraña reacción de James.

-Un amigo- Suspiró ella- Iré a comer con él a la una. Después de hablar con mi madre volveréis ¿Verdad?

-Y tú vienes- Impuso James. Derye frunció la frente- Tenemos que investigar aun sobre la extraña conexión entre tu pulsera- La señaló y luego señaló su anillo- Y mi anillo. Además, está el baile.

-Volveré a las tres.- Suspiró- Tambien puedo quedarme con mi madre si quiero, nunca dije que quería ser reconocida allí.- Beatrice la cogió de la mano.

-Por favor, necesito conocerte un poco mejor. Somos primar al fin y al acabo. Y solo me acuerdo de cuando eras pequeña.- Forzó una sonrisa- A mi madre le gustaría que su hermana volviera. Lo pasó muy mal cuando mi padre murió y saber que su hermana está viva quizás compense algo.

-Estaré allí a las tres, lo prometo- Musitó y Beatrice le soltó delicadamente la mano.

-Será mejor que te cambies, no querrás ir a tu cita con un vestido medieval- Dijo James con un tono sarcastico- La gente te está empezando a mirar- Diciendo esto Derye entró rápidamente a los probadores y se quitó aquel vestido. Sintiendo como el roce de los Jeans y la camisa se ajustaban a su cuerpo. Salió del vestidor y se acercó al mostrador donde se encontraban aun James y Beatrice.

-¿Se lo llevan puesto?- Preguntó la dependienta mirando a James embobadamente.

-Sí- respondió este- Y esto- Cogió un gorro de lana blanco y suave. A Beatrice se le iluminaron los ojos pero el brillo duro poco cuando se lo lanzó a Derye. Ella levantó una ceja otra vez.- Hace frio- Respondió levantando los hombros. Ella se lo puso esperando que sus orejas entraran en calor antes de salir a la calle.

-Gracias- Dijo Derye evitando que sus mejillas ardieran

-Yo también tengo frio- Respondió Beatrice. Mirándole fijamente con sus ojos grises.

-Tú nunca tienes frio Beatrice- Exhaló.

-Pero me gusta, yo también quiero uno- Decía mientras le estiraba de la camisa. James echó atrás la cabeza con la mano en su frente y pidió a la dependienta otro. No lo escogió solo le pidió otro.

Salieron de la tienda. Beatrice cogió a James del Brazo cariñosamente pero este no hizo gesto alguno. El frio hizo enrojeció la nariz de Derye y se forzó a frotar sus manos. Caminaron lo la calle hasta que poco a poco los edificios se substituían por casas de doble piso. Abrió los ojos de par en par al ver a Kurt y Kyle jugando a lanzarse piedras en la escalera de su casa.

-¿Kyle?- Dijo está corriendo en su dirección. Él se dio cuenta de su presencia y en su cara nubló la confusión.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó Kurt y después miró a James y Beatrice. Suspiró- James…

-Insistió- Se excusó este.

-Así que sois hermanos- Dijo Beatrice examinando a Kyle y Derye- No os parecéis.

-Sí, lo noté ayer en la cena- Dijo Kyle mirando a su hermana.- ¿Que le ha pasado a tus ojos y tu pelo?- Derye se encogió de hombros.

-Cuando me desperté ese día estaban así.

-Siempre han estado así- Kurt se dirigió hacia ella- Era un camuflaje al parecer. Al entrar por el portal se deshizo. Mientras Kurt iba a decir algo se abrió la puerta y la figura de su madre y Miranda riendo salió por ella.

-Sí que han cambiado cosas- Rio su madre pero su risa duró poco al ver a su hija en la calle mirándola.

-Derye- Susurró en voz baja- Iba a decírtelo algún día…- Empezó a caminar hacia ella y a pocos centímetros de su mano y su cara ella se apartó como instintivamente. La mirada de su madre se ensombreció. Parecía triste.- No pensaba que…

-¿No pensabas que?- Se exaltó- ¿Creías que nunca me iba a dar cuenta?- Gritó y se aferró en los brazos de su madre- No me importa- Lloró- Pero me gustaría que me lo hubieses dicho- Decía entre sollozos

-Lo siento mi niña- Le susurraba he intentaba  calmarla, después miró a su hermana e hijo- Tenía miedo de que os pasara algo. No quería que vivieseis en el mismo sitio donde podía haber siempre una catástrofe. Quería que fueseis felices e ignorarais todo aquello. Pensaba que se podía escapar de todo aquello. Yo nunca pedí todo eso.

-Es los que somos- Sonrió Miranda- Nunca podemos escapar Marilyn.

-Lo sé- suspiró y poco a poco se alejó de su hija. La miró a los ojos- Ahora lo se.

La fase emotiva pasó y entonces todos entraron a la casa de Marilyn. Se sentían tensos. Miranda parecía estar deseosa de preguntar algo pero esperaba el momento oportuno. No aguanto más.

-¿Volverás? – Preguntó inquieta esperando el deseado sí. Marilyn miró a sus hijos.

-Si quieres volver…-Prosiguió Kyle- No me opongo- Sonrió- Me gustan sus desayunos más que los cereales sabor papel.- Su madre rió y después miró a Derye.

-No sé qué decir- Miró a su alrededor. James la miró esperando un respuesta también mientras Beatrice y Miranda esperaban un sí rotundo.- Aquí están mis amigos, Alice, Kath- Suspiró- Sebastian…- Su hermano la miró levantando una ceja de desaprobación.

-Él es mi amigo- Frunció el ceño- Vosotros…- Dijo en tono asperó. Estaba enfadado.

-También el mío- musitó

-¿Es el chico que te ha invitado a comer?- Preguntó Beatrice. Derye asintió y Kyle la miró enfadado. Apartó la mirada y evitó decir algo.

-Bueno, no sería definitivo claro está. Podríais vivir aquí y allí a la vez- Dijo Kurt aclarando más las cosas. Además con la ventaja del tiempo podrías venir cuando quisieras. Pero al final…- Su madre asintió.

-Sería diferente- Dijo su madre.

-Podríamos poner la hora igual- Dijo Mirando dando soluciones- tu vida no sería tan distinta, solo que para venir aquí en vez que abrir la puerta de tu casa y salir tendrías que atravesar n portal- Sonrió.

-Podría ser divertido- Asintió Derye.

-Entonces esta hecho- Proclamó Miranda. Miró a Marilyn- A las…-Miró el reloj- a las tres iremos a Cilyn.

-Bien- Se levantó James mirando a Derye fijamente- Creo que nosotros nos vamos antes dijo mirando a Miranda y Beatrice.

-Está bien- Asintió Beatrice- Me ha encantado conocer a mi tía- sonrió.

-Por cierto- Se giró miranda antes de salir por la puerta como habían hecho James y Beatrice- Toma dijo dándole una especie de figura en forma de cubo plateada. Le guiñó un ojos a Miranda y salió cerrando la puerta tras de si.

-¿Qué es?- Preguntó Kyle

-Un portal-Sonrió- Hace mucho que no veía ninguno de estos- Dijo posándolo en la estantería pagada a la pared.

En ese momento un círculo liquido azul se abrió.- A las tres tenéis que tener todo lo que queráis llevar allí. ¿Alguna pregunta o duda?- Dijo su madre esbozando una mueca de risa.

-¿También puedo volar?- Preguntó Derye irónicamente.


-Si te entrenas…-Respondió su madre dejando que unas enormes alas plateadas aparecieran de su espalda- Puede que sí.

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