El frió aire agitaba el pelo de Derye, se encogió
así misma. Su cabeza pensaba, o eso intentaba. A su lado iba Beatrice, saltando
y sonriendo como una niña que iba a su primer día de primaria. La chica, aun
por su actitud, parecía una modelo o artista. No tenía celos de ella,
generalmente, pero solo esperaba que cuando llegase, simplemente pudiese
apartarse de ellos. James y Kyle iban unos pasos más adelante, hablando sobre
algo que al parecer había sido el motivo de que unieran más.
Finalmente llegaron a la entrada de su colegio. A
decir verdad, su madre había conseguido de alguna forma cuando no tenía
exactamente todo el dinero que tenían ahora, matricularlos en el colegio
privado de la ciudad. El colegio era enorme, como siempre.
Ese aire a ''castillo'' nunca le había gustado en
particular a Derye, pero había hecho buenas amigas. Amigas...
Mientras había estado en su nueva casa, sus amigas
había comenzado a salir con chicos y otras amigas, así que no sabía como iba a
ser volver a encontrarse con ellas¿Habrían cambiado?
Mientras avanzaban hacia la puerta principal del
instituto, todas las personas que habían al rededor, los miraban asombrados.
Escuchó algunos silbidos por parte de los jugadores
de Basket hacia ellos. Y los susurros de las animadoras...
¿Esto iba a ser como en los típicos colegios
Americanos, o que? Se gritaba a si misma furiosa, en su cabeza, Derye.
-¿Siempre es así?- Preguntó James con un aire de
sentirse alagado-¿O solo es porque estoy yo?
-Parecen estúpidos- Los miró Beatrice- ¿Como
aguantas ir al instituto así?
''Fácil, nunca me ha pasado''- Pensó, pero era muy
diferente a lo que dijo finalmente- Se sobre lleva.
-Supongo que tendré que acostumbrarme. Suspiró con
tono cansado, cambiando de lugar su pelo blanco.
Cuando llegaron a la recepción, Derye pudo ver a
sus amigas e instintivamente fue corriendo hacia ellas, sintiendose aliviada de
poder separarse de ellos.
-¡Derye!- Sonrió Alice- ¿Como han ido tus
vacaciones?- Preguntaba y pude ver claramente ese tono de felicidad en su cara,
aparte del bronceado falso que llevaba.
-Podrían haber ido mejor- Sonrió-¿Y tu?
-De maravilla- Le guiñó el ojo- He sido la novia de
un chico Italiano durante las vacaciones, el pobre cree que tendremos alguna
relación y ¡No para de enviarme mensajes!- Decía luciendo su hazaña.
- Tu y tus novios extranjeros- Dijo mientras se
acercaba Kath con un chico- Buenas preciosas- Sonrió y miró a el chico- Este es
Tyler, mi novio.- El chico era alto y rubio, pero sus ojos eran tan oscuros que
parecía que decían '' Se que acabarás llamándome''
-Encantada- Dijeron Derye y Alice al mismo tiempo.
-¿Entonces ya no sientes nada por...ya sabes,
Sebastian?- Preguntó Derye esperando un no por respuesta.
-Claro que no ¿Como iba a sentir nada por él,
teniendo a mi precioso chico modelo?
-¿Modelo?- Espetó Alice- Ya decía que tu cara me
sonaba, ¿Tyler Goster? ¿El modelo de Vogue?- El chico asintió.
-Valla parece que tenemos muchos nuevos
alucinantes, últimamente hay muchos normalitos por aquí...-Dijo Alice
maldiciéndose a si misma y miró a Derye- Lo siento mucho.
-No pasa nada, ya sabes, es bueno ser normal- Se
rió su yo interior.¿Normal? Ya.
Las chicas iban a seguir hablando hasta que sonó la
campana y cada una se fue despidiendo.
No sin antes que Kath con su falso
bronceado lle dijera que a la hora del descanso que le
contara todo, entonando
la O, sobre los nuevos con los que venía y también sobre tu pelo y si llevaba
lentillas.
Un gran alivió la recorrió por todo su cuerpo
cuando llegó a su primera clase, dibujo. Al abrir la puertas, esos aromas a
pintura, carboncillo y acuarela, la maravilló, amaba dibujar.
Al sentarse y dejar su bolso y chaqueta en un
perchero de los que había miles por todo el Instituto, pudo suspirar pero no le
duró mucho.
-¿Como va el primer día de clase?- Preguntó
Sebastian, dándole un delicado beso en los labios.
-Aun no a acabado el día, heredero- Sonrió ella.-
Sebastian...-Empezaba a decir para contarle que aun no les había dicho anda a
sus amigas
-Dejad vuestra efusividad de parejita para los
descansos- Dijo una voz que hizo que se le erizaran los vellos del cuello.
-James...-Dijo Sebastian mirándolo. Los gélidos
ojos de James parecían agobiados...
-Derye...-La miró despidiéndose con los ojos-
Sebastian
Sebastian iba a decir algo pero el profesor de arte
entró. Derye solo esperaba que todos los días no fueran así.
Finalmente acabaron todas las clases del primer
turno, era hora del descanso y tenia que hablar con Kath, pero estaba demasiado
distraída en la boca de Sebastian. Aunque hacía bastante frío, estaban en el
jardín. Era precioso y las plantas enormes, era un sitio ideal para que hagan
una películas, pero nada de eso les importaba, estaban ocupados en sus bocas.
-Vale vale, para- Sonrió Sebastian- No empezaremos
el curso así ¿Verdad?
-Claro que no- Se rió ella- Mejor- Dijo dándole el
ultimo beso del descanso.
-Bien, ¿Como te va en tu nuevo...hogar?- Dijo
despreocupado
-Bastante bien...-Sonrió débilmente.
-¿Que pasa?
-Miranda finalmente un día de las vacaciones nos
reunió a Kyle y ami-Susurró.
-Quiere que empiecen las elecciones...-La miró y le
besó la mejilla- Tienes madera para gobernar Derye, yo votaré por tí- Sonrió.
-No quiero gobernar- Cortó ella- No puedo.
-Bueno- Se quedó pensativo- El pueblo elegirá, casi
siempre eligen bien.
-Casi siempre...-Se rió por su casi siempre.
-Cambiemos de tema- Se levantó Sebastian y la
levantó a ella.
-¿Que pasa?
-Que estoy muy feliz.-La miró- Se acerca mi
cumpleaños.
-Y eso significa que te coronarán como rey- Sonrió-
Bueno mi rey, creo que va siendo hora de que volvamos.
-Esto está echo, pero antes que todo...-Sacó algo
de su bolsillo- Toma- Le entregó un collar. Era demasiado bonito...Delicado
como una gota de agua y con una pequeña piedra azul en su interior.
-No puedo aceptarlo...-Empezó a excusarse
-Claro que si- Sonreía Sebastian mientras se lo
colocaba en el cuello- Es una piedra de Cróton, y si tienes algún problema solo
tienes que llamarme con él.
-¿Ahora eres una especie de Superman?
-No Derye, pero últimamente hay muchas sombras en
el mundo humano y no estaría mal que te diese un poco de protección, no sabes
luchar- Impuso él.
-Tienes razón- Admitió un poco enfadada. Le gustaba
valerse por si sola- Creo que tenemos que volver a clase Sebastian.- Dijo con
un tono arisco.
-¿Pasa algo Derye?
-No, no pasa nada Sebastian, solo necesito ir a
clase, nos vemos luego- Se despidió y empezó a correr.
***
-Te miran mucho- Protestó Beatrice
-Losé Beatrice, soy James, es normal.
-No me gusta, eres mi pro...-James no le dejó
acabar la frase
-No significa nada, nos vemos Beatrice, tengo clase
de Francés.
Diciendo esto empezó a caminar por un pasillo, que
al parecer aun no había nadie, normal, aun faltaba tiempo para empezar las
clases.
El chico recordó la imagen de la clase de arte...
El profesor Jonh les dijo que dibujaran lo que tenían atrapado en su alma.
Él dibujó un ángel clavando-le una lanza a un lobo,
se puso un poco nervioso y le echó pintura por encima pero le cayó un poco en
las manos y tubo que ir a lavárselas.
Cuando iba caminando hacia el lavabo, vio el dibujo
de Derye. Estaba dibujando una especie de flor...Una no muy común... Las
TrueNights...Pensó que era raro, ya que se habían extinguido hace décadas en su
mundo. No paraba de darle vueltas...¿Que significado tendría para ella?
Mientras caminaba absorto en sus pensamientos,
chocó contra alguien y los dos cayeron al suelo. La otra persona se quejaba en
silencio.
-¿Estas bi..?- Preguntó y vio a Derye. Había estado
llorando.-¿Derye?- Ella lo miró y se secó las lagrimas rápidamente, se
reincorporó e intentó continuar corriendo. James la cogió de la muñeca y jaló
de ella.
-¡Déjame!- Protestaba ella- Tengo que ir a clase-
James no la escuchaba y la seguía conduciendo hasta una aula en reformas, no
había nadie. Una vez dentro la soltó.
-¿Que crees que estás haciendo?- Le gritó
enfurecida.
-Haciendo que te calmes ¿Porque estabas llorando?
-No es asunto tuyo- Susurro lo suficientemente alto
como para que él la escuchara.
-De acuerdo...Está bien... Preguntar directamente
no sirve...¿Tienes miedo?- La miró fijamente. Esas dos palabras la rompieron.
Pensaba que había conseguido evadir sus sentimientos y temores. Definitivamente
tenia miedo a gobernar, a su nueva vida, a ser indefensa... Simplemente volvió
a llorar.
-El miedo te hace fuerte, no lo olvides Derye,
aveces es bueno- Dijo sentándose en el suelo, ella poco a poco hizo lo mismo.
-Pero...-Intentó decir mientras sollozaba.
-Se a que lo temes, yo también lo tuve- Suspiró y
miró su colgante- Y ese collar no te ayudará mucho, es para llamar a Sebastian,
y aunque el te haya dicho que vendría, no creo que tu le llames. Solo te hace
sentirte desgraciada y débil ¿Me equivoco?- Derye sufría por decir que no, pero
estaba deseando decir si.
-No.
-Muy bien, no tengas miedo de quitártelo y sentirte
a ti misma, simplemente guárdalo. Si es un regalo...No significa que siempre
tengas que llevarlo encima ¿Verdad?
-Supongo.
-Bien dicho esto, volvamos, que en cinco minutos
sonará la campana- Le extendió la mano y la levantó. Estaban a unos pocos
centímetros entre ellos. Derye notaba su respiración chocarse con la suya. Era
magnético. Instintivamente James le rozó la mejilla y se acercó más. Derye
sentía su pulso acelerado al igual que James ¿Que pasaba? ¿Quería a Sebastian,
verdad? Estaba tan cerca el uno del otro, sus labios casi rozándose...
Un halo azul los centró, la pulsera de Derye estaba
brillando, junto al anillo de James. Los dos se miraron.
-¿Crees que si...? ¿Si los juntamos pasará algo?-
Preguntó Derye.
-Si quieres probar...- Alzó su mano.
Cuando los dos objetos se tocaron entre sí, unas
imágenes pasaban fugazmente por sus cabezas; guerra, destrucción, una marca...
Separaron los objetos. Los dos estabas exaltados.
-¿Has visto lo mismo que yo?- preguntó James
-Por desgracia sí- Respondió- Dame papel y lápiz-
Dijo rápidamente- y dibuja la marca que has visto tú, quizás no es la misma
-Claro, toma- Le dio papel y un lápiz , el cogió
carboncillo. Los dos estaba en el suelo dibujando rápidamente antes de que la
imagen desapareciera de su cabeza.
Cuando acabaron, pusieron los dos dibujos en el
suelo; el de Derye era un tipo de triangulo, el qual no le venia el nombre a la
mente, el de James también,..
Intentaron juntarlos he hicieron la figura de un
cuadrado. Habían unas especies de letras que resultaban desconocidas para ella.
James en cambio las miró atentamente.
-¿James entiendes lo que pone?- Preguntó al ver la expresión
dura de James.
-Por desgracia sí, ''Muerte''.
-¿Que quieres decir con eso?
-Quiero decir Derye...Muerte.
-Pero...¿Porque? Es decir, nadie a muerto ¿Verdad?-
Preguntó encogiéndose a si misma.
Algo les sobresaltó, un grito. Los dos se miraron.
James recogió los papeles y se fueron corriendo hacia la dirección del grito.
Llegaron hacia una multitud de gente que estaba al
rededor de algo, o en ese caso, alguien. Tyler estaba tirado en el suelo, tenía
un corte profundo en el cuello y la expresión de sus ojos demostraba terror.
Kath estaba llorando y gritando, seguramente el
grito que escucharon fue el de ella.
-Kath, Kath- La sacudía Derye- ¿Que ha pasado?
-Estaba ahí...Un hombre vestido de negro estaba
ahí, hablando con él. Ty le estaba dando algo y entonces...-Empezó a llorar
otra vez.
-Escúchame- Dijo James- ¿Le viste la cara al
chico?- La chica estaba ida pero volvió en sí con una mirada demasiado
asustada.
-Ojos rojos como la sangre y tenía un anillo... Con
una piedra azul...- Derye reaccionó y buscó algo en su mochila.
-Azul...¿Como esta?- Preguntó rápidamente. Kath la
miró y las manos le temblaban.
-Si... ¿Porque...?- Iba a hacer más preguntas pero
James la miró a los ojos y una extraña conexión se estableció.
-Un vagabundo estaba cerca, os pidió dinero y Tyler
se lo iba a dar, entonces le pegó y el vagabundo cogió un cuchillo y le rasgó
el cuello.
-Un vagabundo atacó a Tyler- Repitió ella, absorta
de los demás.
-¿Que le has hecho?- Preguntó Derye.
-Encubrir nuestro mundo Derye, eso he hecho, no es que
esté muy orgulloso, pero es lo que he hecho. Principalmente porque puede que es
asesino sea tu novio.- Marcó un numero y segundo después contestaron.
-¿Kyle? Ven rápido, creo que es hora de decirles lo
que pasa.- Derye le miró extrañanda
-¿Que está pasando James? ¡Dimelo!- El chico
suspiró.
-Hemos estado investigando a Sebastian durando
mucho tiempo, y al parecer, creemos que no trama nada bueno. Lo siento Derye.
-No...No lo sientes, lo disfrutas...Dijo
enfurecida-¿Porque no me lo habíais dicho antes?- Le pegó en la mejilla.-El no
me movió y dejó que ella le siguiera pegando, cuando se calmó el habló.
-Si hablábamos, podría haberte hecho algo, no
estaba dispuesto a jugármela tanto, Derye- Se levantó y se fue caminando.
Derye miraba sus manos enrojecidas por haberle
pegado consecutivamente a James,pero necesitaba hacerlo, estaba destrozada. Una
melodía atrajo su atención, su móvil. Rebuscó en su mochila y contestó.
-No podemos vernos más Derye, lo siento- Dijo
Sebastian por el otro lado de la linea- Adiós.
Esa llamada lo confirmaba todo, era un asesino y la
había estado engañando, solo quería una cosa en ese momento por todo lo que
había pasado. Venganza y la iba a conseguir
No hay comentarios:
Publicar un comentario